Desde 2024, España cuenta con un Código de Conducta sobre el Uso de Influencers en la Publicidad, impulsado por Autocontrol y la Asociación Española de Anunciantes (AEA).
Este documento establece las normas que deben seguir los creadores de contenido cuando promocionan productos o servicios en redes sociales.
En la práctica, significa que cada publicación patrocinada debe identificarse claramente como publicidad. Ya no vale esconder un acuerdo comercial bajo un mensaje “espontáneo”. La transparencia publicitaria pasa a ser una obligación y no solo una buena práctica.
El código busca proteger al consumidor y reforzar la confianza en el marketing digital, garantizando que cualquier colaboración sea visible y honesta.
Tabla de contenidos
¿Quiénes están obligados a cumplirlo?
El código se aplica a tres grandes actores del ecosistema digital:
- Influencers: cualquier creador que colabore con marcas a cambio de una contraprestación económica o en especie, desde Instagram y YouTube hasta Twitch o TikTok.
- Marcas: empresas que contraten a creadores para promocionar sus productos o servicios.
- Agencias: intermediarios que gestionan campañas de marketing de influencia.
En todos los casos, el principio es el mismo: transparencia publicitaria.
Cómo debe identificarse la publicidad
Cada vez que un influencer reciba una compensación por mostrar o recomendar algo, deberá dejarlo claro desde el inicio del contenido. El código sugiere usar etiquetas visibles como:
#publi, #publicidad, #ad
Estas etiquetas deben colocarse al principio del texto o vídeo, no al final ni escondidas entre otros hashtags. Formas ambiguas como #colab o #regalo no bastan, ya que el usuario debe saber claramente que está ante un mensaje comercial.
Consecuencias de incumplir el código
No seguir estas normas puede acarrear consecuencias serias en varios niveles:
- Legales: Autocontrol puede imponer sanciones o remitir el caso a la autoridad competente.
- Reputacionales: el influencer puede perder credibilidad y confianza de su comunidad.
- Comerciales: las marcas pueden optar por no volver a colaborar con quien incumple la norma.
En definitiva, no cumplir el código no solo supone multas, sino también un daño a largo plazo en la imagen del creador y su entorno profesional.
Impacto en influencers y marcas digitales
Este nuevo marco afecta especialmente a influencers y creadores de contenido en plataformas como YouTube, Instagram, Twitch o OnlyFans, así como a los freelancers digitales que colaboran con marcas (diseñadores, consultores o community managers). También impacta al ecommerce y a los negocios online que recurren a microinfluencers para promocionar sus productos.
Para todos ellos, el mensaje es claro: la publicidad debe ser honesta, visible y transparente, lo que a la larga mejora la confianza del público y la reputación del sector.
Recomendaciones prácticas para creadores
Cumplir el código no tiene por qué ser complicado. Algunas recomendaciones sencillas pueden marcar la diferencia:
- Usa etiquetas claras y oficiales (#publi, #publicidad, #ad).
- Evita abreviaturas o mensajes confusos.
- Acuerda con la marca cómo identificar el contenido publicitario antes de publicarlo.
- Y, sobre todo, sé coherente: la transparencia refuerza tu marca personal y tus relaciones con clientes y seguidores.
Conclusión
El nuevo código de conducta para influencers en España representa un paso importante hacia una comunicación más ética y transparente en redes sociales. Cumplirlo no solo evita sanciones, sino que fortalece la confianza entre creadores, marcas y comunidades.
Para los creadores digitales, adaptarse a estas normas también es una oportunidad para profesionalizar su trabajo y destacar frente a quienes no lo hacen. Y si eres influencer, marca o agencia, recuerda que la fiscalidad y la gestión contable también deben estar en orden.
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